La piel sensible es un tipo de piel que tenemos desde el nacimiento: la piel es naturalmente sensible (factores genéticos) y, a menudo, reactiva.La piel sensibilizada es una afección cutánea reversible: la piel se debilita temporalmente por determinados factores internos (estrés, desequilibrio hormonal, etc.) o externos (frío, sol, viento, contaminación, cosméticos demasiado agresivos, etc.).En ambos casos, los síntomas cutáneos son los mismos: la piel suele sentirse incómoda, con tendencia a sufrir picores, tirantez, sensación de calor y escozores, a veces acompañados de enrojecimiento